viernes, 19 de junio de 2020

¿Qué es el método científico? No se parece a lo que te enseñaron en el cole

Muchas veces cuando defendemos la validez de una teoría científica apelamos al método con el cual ha sido contrastada y construida, es decir, al método cientifico. Sin embargo, no hay una caracterización universal de lo que es el método científico. En el colegio nos enseñaron que el científico sale a mirar la naturaleza, se encuentra con un problema, formula una hipótesis, la contrasta y, tachán, ya está hecha la ciencia. Pero esta es una visión muy ingenua de lo que sucede en la realidad.

Es posible que la imágen que acompaña al texto sea algo exagerada, pero lo cierto es que los filósofos de la ciencia han sabido de este problema desde hace muchos años, perdiendo el sueño y teniendo debates interminables. Hay varios modelos distintos de qué es el método científico, no hace falta que entremos de lleno en ellos, basta con saber que todos han tenido sus defensores. Los ha habido que defendían el inductivismo, otros preferían el deductivismo, aquellos otros hacían lo propio con versiones del método hipotético-deductivo, etc. Incluso los hay más raros, que ven la ciencia como un “todo vale mientras funcione” y niegan el método. Lo cierto es que es posible que todos tengan parte de razón. Simplemente ha ido variando la ciencia a la que prestaban atención. La física teórica suele trabajar con deducciones lógico-matemáticas, la fisiología –la ciencia que estudia cómo funcionan los órganos– es básicamente inductivista, la biología evolutiva apela a modelizaciones con bastante frecuencia, la medicina trabaja mucho con pruebas estadísticas, etc.

Algunos anticientíficos basan sus críticas a la ciencia en que lo del método científico es una simplificación. Pero da igual que la ciencia no tenga un único método. Lo que importa en ciencia no es el método específico que se emplea. Lo central, lo que unifica todas las metodologías y las avala, es la evidencia a la que llegamos a través de ellas. Por esta razón, la naturaleza básica de la ciencia no es la de ser un método, es la de ser una epistemología –la filosofía que estudia qué es conocimiento– basada en evidencias. 

Supongamos que aparece un nuevo método, ¿cómo determinamos si es científico o no lo es? Sería falaz decir que es científico porque lo usan científicos, al ser una petición de principio —es decir, un argumento circular: los científicos serían científicos porque usan tal método y el método sería científico porque lo usan los científicos y los científicos... Por eso, para encontrar lo que unifica a todos los métodos y desentrañar la verdadera naturaleza de la ciencia debemos cavar un poco más profundo, hasta el nivel epistemológico, y entender la ciencia como una forma de justificación de creencias. La ciencia consiste en justificar las creencias que adoptamos de una forma muy especial. Esta forma es la siguiente:

1) Toda creencia científica ha de ser avalada por evidencia.
2) La evidencia son hechos —objetivos— que hacen que determinada hipótesis aumente su probabilidad de ser la mejor solución disponible para explicar o predecir.
3) La evidencia es reproducible y fiable, debido al uso de un método empírico en su obtención.

Si desarrollamos un nuevo método, ¿qué tipo de rasgos necesitamos buscar en él para poder llamarlo ‘científico’ de forma justificada? Para producir evidencia científica un método debe ser fiable. El uso de un método fiable es la fuente última de la fiabilidad de la ciencia, que se materializa en el uso de la evidencia científica para apoyar las teorías que serán científicas. Un método científico necesita presentar estas características principales:

No puede verse afectado por falacias y sesgos: El planteamiento de la metodología debe ser consciente de que las falacias y los sesgos existen. Las falacias deben ser evitadas y los sesgos (maneras de pensar irracionales que conducen a interpretaciones erróneas), como rasgos inherentes al funcionamiento del cerebro humano, deben ser mitigados tanto como sea posible. Un método afectado por falacias o sesgos no es fiable y, por ello, no podemos considerar sus resultados como evidencia científica. 
Poder ser compartido a los demás en todos sus pasos: En ciencia, debido a su naturaleza empírica –centrada en lo observable– y no dogmática –que no depende de dogmas–, la evidencia y la metodología no pueden basarse en la mera autoridad o en experiencias privadas, en lo que uno siente. En algunos campos es complicado reproducir experimentos —como sucede en algunas parcelas de la psicología o de la sociología—, pero, al menos, la metodología ha de ser clara y todos sus pasos han de estar debidamente garantizados.
Estar basado en procesos observables: Esto se relaciona con la reproducibilidad, dado que las experiencias místicas y las iluminaciones no pueden ser consideradas como fuentes fiables de información al ser supuestas experiencias privadas. La ciencia es investigación empírica y cada nombre, concepto o enunciado debe estar, en algún momento, referido directa o indirectamente a experiencias sensitivas. La inclusión de esta cláusula permite rechazar la metafísica como ciencia por definición.

Una vez hemos dejado claro que el método científico (los métodos, en realidad) se basan en y tienen sentido gracias al concepto de "evidencia", es cuando podemos hablar de "hipótesis", "teorías" y "leyes", otros conceptos estrella cuando se enseña el método científico en el colegio.

Seguro que has oído alguna vez la frase "la evolución es sólo una teoría". Con ella pretenden decir que no es más que una posibilidad de entre muchas. Es decir, que es perfectamente posible que la evolución darwiniana sea falsa. ¿Tiene sentido esta crítica? Como veremos a continuación cuando veamos el significado real de teoría: no, no es más que una falacia que juega con el doble significado de "teoría".
  • Hipótesis: elucubración que empleamos para guiar nuestros trabajo y que buscamos confirmar o disconfirmar con él. Una hipótesis aún no es parte del corpus de conocimiento científico propiamente dicho. Es simplemente una idea, una posible explicación a un fenómeno, pero no hay todavía evidencias a favor de él. De hecho, construimos la hipótesis para ver qué evidencias encontramos. En función de cuáles hallemos la hipótesis se negará o se convertirá en una hipótesis confirmada.
  • Hipótesis confirmada: Una hipótesis que ha dado buenos resultados, pero que aún es polémica o controvertida. Tiene algo de evidencia a su favor.
  • Teoría: Una hipótesis que ya es parte del corpus de conocimientos científicos dado que la evidencia a su favor es aplastante.
  • Ley: Antaño se creía que las teorías pasarían en algún momento a ser leyes. De hecho, siguiendo una forma fisicocéntrica de ver la ciencia, así se suele enseñar dentro de la visión ingenua que se da en el colegio. Olvidaos ya de las leyes, el máximo estatus en ciencia para una idea a día de hoy es el de teoría.

Adaptación de:
https://lavenganzadehipatia.wordpress.com/2016/12/05/lo-que-la-ciencia-no-es/
https://lavenganzadehipatia.wordpress.com/2015/08/29/la-armeria-del-esceptico-1-argumentos-anticientificos-engorrosos/
https://lavenganzadehipatia.wordpress.com/2016/04/12/la-psicologia-es-una-ciencia-la-pseudopsicologia-es-charlataneria/

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