miércoles, 17 de octubre de 2012

El Homo Homini Lupus de la semana (Anécdotas de la maldad humana)

Después de lo que ha pasado por mis ojos las últimas semanas me he propuesto empezar esta sección a la que llamaré el Homo Homini Lupus de la semana, haciendo honor a la frase mal atribuida a Thomas Hobbes que viene a significar "el hombre es un lobo para el hombre".

La anécdota de hoy sucedió ayer mismo en un lugar tan apropiado como cualquier otro, un supermercado.

Estaba yo caminando por un supermercado, refresco en mano, ya hacia la cola cuando vi algo que llamó la atención de mi mirada: un gesto raro y rápido, como incorporándose, del hombre que tenía delante cruzando la esquina de uno de los pasillos del supermercado. No lo pude ver bien y seguramente no habría vuelto a pensar más en ello si no hubiese pasado nada más tarde.
Pero sí pasó. Ya en la cola del supermercado me quedaban tan sólo dos personas delante para pagar e irme, una señora mayor y el hombre que había hecho tal gesto. Fue en la máquina apareció el precio de la compra de la señora y la cajera se lo leyó cuando sucedió. La señora miró su mano y pegó un bote.
 Llevaba el dinero en la mano...–dice la señora.
Entonces vi otro gesto del hombre de delante, un movimiento de su brazo, casi instintivo tratando de esconder un billete de 10 euros que llevaba en la mano. La cajera se da cuenta.
La cajera le pregunta a la señora que cuánto dinero ha perdido después que la segunda dijese que se le debían haber caído. La señora contesta que 10 euros. Y ahí comienza la discusión. El hombre dice que ese dinero es suyo y que no se lo ha encontrado en ningún sitio más que en el cajero.
Viendo la cara dura del hombre decido participar y decir que le he visto hacer un gesto raro antes de estar en la cola. Además menciono que pocos billetes de 10€ va a dar un cajero (sólo pueden dar de 20 o de 50). El hombre sin embargo sigue erre que erre, formándose una cola detrás nuestra que obliga al guardia de seguridad del supermercado a aparecer y meterse en la discusión.
Finalmente, tras un par de minutos el guardia de seguridad se disculpa con la señora diciéndole que no puede hacer nada si nadie ha visto que cogiese sus 10€. La señora se marcha a casa (por suerte parecer ser que vivía cerca) a buscar más dinero para pagar y el señor tiene la cara dura de pagar su compra CON EL BILLETE DE 10€. 

No puedo estar seguro al 100% (si lo hubiese estado lo hubiese dicho) de que ese hombre cogiese el dinero de la señora. Sin embargo estoy casi seguro de que sí al ver la manera en que respondía, con frases inconexas muchas veces.

En fin, hasta aquí el primer capítulo de esta sección que espero no tener que continuar, pues esto significaría que no me he vuelto a encontrar especímenes así. Sin embargo la vida me llevará la contraría, estoy seguro de ello.

2 comentarios:

  1. Hijo de puta es poco, no esta mal ya la crisis y las pensiones como para que la pobre señora tenga que pagarle 10 euros a semejante escoria. Luego esta gente son los que mas educación dicen tener.

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  2. Hasta aquí hemos llegado. Yo no me sorprendo de nada. No es la primera vez que escucho historias así. Lo que no sé es si sentirme idiota por devolver a la gente el dinero cuando veo que se le ha caído puesto que está visto que los trepas como ese "señor" son los que triunfan en la vida.

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