lunes, 2 de junio de 2014

Crónica de cinco reyes llamados Felipe

Tras la abdicación de Juan Carlos I, el Príncipe de Asturias reinará, Ley Orgánica mediante, con el nombre de Felipe VI. Otros cinco han reinado en España bajo este nombre. Con gloria, oro y también sangre y mucha desdicha española repasaremos los reinados de los otros cinco Felipe. A diferencia del actual, que reinará como únicamente como representante español, sin poder ejecutivo, legislativo o judicial alguno, los otros cinco lo hicieron en un mundo muy diferente, al que al trono se le unía ser la máxima competencia ejecutiva, legislativa y judicial del reino, o, en el caso de los cuatro últimos felipes, del Imperio.

Felipe I “el Hermoso” (1506)

Según cuentan los anales de la época y nos dice su propio sobrenombre, Felipe de Habsburgo fue un rey bello, tan bello como corto fue su reinado, que sólo duró unos meses.

La bandera del Imperio español fue introducida por Felipe.
Hijo de Maximiliano de I, Sacro Emperador Romano-Germánico, esposo de Juana la Loca y Duque de Borgoña desde 1482. Sucedió en el trono de Castilla a su suegro, Fernando el Católico, en vida de éste en 1506, tras la muerte de Isabel. Su reinado se caracterizó por dejar de lado a su esposa, la legítima reina de Castilla (él era tan sólo consorte) y por, según cuentan los anales de la época, favorecer a los nobles flamencos en la corte castellana. Su muerte, sospechosa y súbita, sobrevino el mismo año en que subió al trono, también en vida de Fernando, Rey de Aragón, lo que, unido a las diferentes leyes que regían entonces la Corona de Aragón, le impidieron reinar en toda España.


Sus mayores aportaciones fueron la iniciación del contacto directo entre las cortes flamenca y castellana, su hijo con Juana, el futuro primer Rey de España y Emperador, Carlos I (y V de Alemania), y, curiosamente, la Cruz de Borgoña, que adorna aún hoy el escudo de armas del emérito Rey Juan Carlos, y que fue la bandera del Imperio Español durante varios siglos.

Felipe II “el Prudente” (1556-1598)

Igual que el futuro Felipe VI, la llegada al trono de Felipe II, se da tras la abdicación de su padre, el Emperador Carlos de España y Austria.

Fue el primer rey en unir bajo su cetro toda la Península Ibérica, al ser, por derecho dinástico, Rey de España y de Portugal. Como su padre,  Felipe perteneció a la casa de Austria, pero a diferencia de su padre, que llegó a España mayor, Felipe, por nacer ya en ella, se sintió profundamente español hasta el punto que en contadas ocasiones la abandonó, colocando a virreyes y diplomáticos con los que gobernaba las otras numerosas y distantes otras naciones, situando así España y Castilla en el centro de su imperio (pese a que nunca gozó del título de emperador). 

Trasladó la Corte y con ella la capitalidad de España a Madrid. Su reinado coincidió con la eclosión del Renacimiento español. Ningún otro rey igualará la expansión territorial y militar que consiguió Felipe hasta alcanzar la hegemonía mundial española, su éxito llegó al punto que los Tercios (el ejército español de la época) no perdieron una sola batalla en vida de Felipe, convirtiéndose en uno de los ejércitos más temidos de la Historia. Fue durante su reinado que se inició la expresión "nunca se pone el sol en el imperio español".

Como contrapunto a las glorias de su gobierno, durante su reinado se emprendió la contrarreforma fomentando así la intolerancia y el elevado poder del que gozó la Inquisición en los siglos venideros.

Felipe III “el Piadoso” (1598-1621)

Hijo de Felipe II, bajo su reinado España consiguió su máxima expansión territorial y se mantuvo la hegemonía española en el mundo.

Debido a las glorias militares y políticas de su padre y su abuelo, Felipe III es considerado el primero de los llamados "Austrias menores" pese a ello se consiguieron nuevos territorios en el norte de África y continuó la colonización del Nuevo Mundo. Fue un gran aficionado al teatro, que visitaba con asiduidad, y la caza, por lo que, por primera vez en España, delegó sus funciones de gobierno en un favorito o valido, el Duque de Lerma. 

Durante su reinado se comenzó a entrever el declive del Imperio, por lo que se emprendieron medidas para fortalecer la paz en los límites del imperio, firmándose tratados con los países en guerra con España hasta entonces, Inglaterra y los rebeldes de Flandes en lo que se conoce como la Paz Hispánica que contribuyó a afianzar y asegurar el comercio con América y a que la población volviese a crecer.

Felipe IV “el Grande” (1621-1665)

Hijo de Felipe III, fue el último rey panibérico, al perderse durante su reinado los territorios portugueses.

Rendición de Breda por Velázquez. Una de las últimas gestas españolas.
Con Felipe IV se hace evidente el declive de la hegemonía española, que, sin embargo, aún mantendrá durante algunos años. Delegó el poder en el famoso Conde-Duque de Olivares, que, pese conseguir enormes éxitos en la maltrecha economía española, demostró ser un completo fracaso en materia política y militar. Producto de los intentos centralizadores de este gobierno y de la escasa fortuna militar, se produjeron en su reinado las rebeliones de Cataluña y Portugal que llevaron a la independencia portuguesa y el fin de la Unión de Armas con la que se pretendía que aumentase la aportación militar de los reinos no castellanos a un ejército común. 

También los tercios, hasta entonces casi invictos, sufrieron el declive en sus carnes, empezando una serie de derrotas en Flandes que, salvando la gloriosa victoria del Sitio de Breda, costarían la independencia flamenca a fin de cuentas.

Felipe V “el Animoso” (1700-1724, 1724-1746)

No fue un rey bien valorado en los territorios de la
Corona de Aragón. Fruto de ello todavía apareece
boca abajo en el museo de Xàtiva, entre otros.
Nieto del famoso Rey Sol, Luís XIV de Francia fue el primer rey Borbón español. Es, hasta la fecha, el Rey que más tiempo ha gozado del trono español, 46 años interrumpidos únicamente por el breve reinado de su hijo Fernando VI, que murió pocos meses después de que Felipe abdicara en él, recuperando éste el trono tras su muerte durante 22 años más.

Tras la muerte sin heredero de Carlos II, hijo de Felipe IV, el litigio sucesorio entre los dos pretendientes al trono, Felipe y el Archiduque Carlos de Austria, se convertirá en una guerra civil en España y una guerra europea fuera de sus fronteras, con Francia apoyando el derecho al trono del nieto de su rey y con Inglaterra y Austria recelando de una posible unión de Francia y España, por entonces los dos reinos más poderosos del mundo.

Tras ganar la guerra que seria conocida como Guerra de Sucesión y consolidarse en el trono, Felipe emprenderá una serie de reformas importadas de Francia, que conllevarán la centralización del Imperio y la universalización del modelo castellano, costándole a la Corona de Aragón sus fueros como castigo por haber apoyado a su rival, el pretendiente Archiduque Carlos. 

Pese a ello, las reformas permitieron por primera vez a Cataluña y al resto de la corona aragonesa el comercio con América, vetado hasta entonces, y supusieron la modernización de un país que mejoró la situación de crisis que padecía desde la época de Felipe III.

Felipe VI (2014-¿?)

Es probable que su padre pase a la historia como Juan Carlos I "el Campechano" pero lo que es seguro es que todavía no se conoce sobrenombre para el futuro rey de España. 

El apodado "príncipe mejor preparado de la historia" (en ocasiones con intención jocosa) es desde 1977, con nueve años, el heredero al trono de España como Príncipe de Asturias, de Girona y de Viana. Será el primer rey español con licenciatura universitaria, concretamente en Derecho. Asimismo posee un máster en Relaciones Institucionales por la Universidad de Georgetown.

Su reinado es visto por algunos como la oportunidad para llevar a cabo una reforma de modernización política en España. Por otros, con esperanza de que sea el último Príncipe de Asturias y de que, referéndum mediante, sea proclamada la III República Española antes, o poco después, de reinar.

Lo que es seguro es que el nombre elegido para su reinado será el de Felipe VI, tras casi 300 años sin un rey llamado así.






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